TRANSCRIPCIÓN:
La inequidad social que se plasma en el proyecto de presupuesto quinquenal propuesto por el ejecutivo departamental de Rivera no debería sorprender a nadie. Al fin y al cabo, este gobierno no es otra cosa que la continuidad de dos anteriores períodos de gestión de un mismo signo y de una misma agrupación política. Mismos nombres, mismos vicios, misma manera de financiar despilfarros, pero sobretodo igual obsesión por castigar más a los más humildes.
Basta recordar que al comienzo del primer período de gestión del anterior intendente y hoy senador Tabaré Viera, se encontró la manera de no echar gente de la intendencia mediante una mágica solución: reducirles el sueldo.
Por si fuera poco se elevó los valores de la contribución inmobiliaria a niveles por aquel entonces insospechados.
El inicio del segundo gobierno trajo la gran novedad de hacernos pagar una tasa de alumbrado a todos aquellos que pagamos una factura de UTE. La llamada tasa de alumbrado público, que irónicamente pagan incluso aquellos que no tienen alumbrado público cerca de su casa. Que igualmente deben pagar porque según el criterio empleado, se paga la utilización del servicio transitando por calles alumbradas aunque frente a su casa o en su barrio no exista el servicio. Parece mentira pero no lo es.
Ahora, vuelve el sector gobernante a la carga con la creación de una solución mágica para solventar precisamente aquel que fuera el caballito de batalla de la agrupación lista 2000: la tasa de conservación de pavimento. Esta nueva tasa, que de aprobarse pagaremos todos los vecinos de Rivera por el insólito hecho de vivir frente a una calle pavimentada tengamos o no vehículo, evidencia la escasa, por no decir nula capacidad de entender que las realidades sociales y económicas no son iguales para todos los ciudadanos. Porque de aprobarse así como lo planteó el ejecutivo, pagará exactamente lo mismo aquel comerciante dueño de un free shop en la principal avenida de la ciudad, que aquel vecino residente de la calle ventura piriz , por citar un ejemplo. O si le gusta más, de la calle San Martín, allí pasando Presidente Viera, donde hay un canalón por donde se evacúan las aguas de parte del barrio Lavalleja. Y no vaya a ser que tenga usted la desgracia de que su propiedad esté ubicada en una esquina, porque ahí sí que la cosa se complica en serio. Porque le cobrarán la tasa por ambas calles ocupadas por su vivienda.
Pero no todas son verdes; algunas maduras hay. A algunos la tasa sencillamente les pasará desapercibida. Son los propietarios de unidades habitacionales en los edificios del centro de la ciudad. Porque en su caso, el valor a pagarse a la comuna se dividirá entre el número de apartamentos y/o locales comerciales existentes en el edificio. O sea que para aquellos que poseen un bien en uno de esos edificios, llámese torre primero de octubre, edificio ceballos, del banco hipotecario, etc, la tasa no les incidirá prácticamente en nada en el valor de la contribución inmobiliaria.
Obviamente no todo es tasa de conservación de pavimento. También hay sorpresas en cuanto al brutal aumento de la tasa de alumbrado, que en algunos casos llegará a cuadruplicarse.
Capítulo no menos importante es el que refiere a la omisión del detalle de funcionarios contratados para efectuar tareas para la comuna. Se detallan los datos de aquellos funcionarios presupuestados, pero a diferencia de anteriores presupuestos, se ha obviado detallar los contratados. La bancada del frente amplio lo ha solicitado en dos oportunidades pero hasta ahora no nos ha sido entregada.
Y como fin de este breve y suscinto comentario, les cuento que la dirección de obras aparentemente no tiene idea de lo que pretende hacer de ahora en más hasta el final del mandato.
Obviamente es un sarcasmo: pero podría interpretarse de esa manera al intentar por todos los medios investigar de dónde salen los números que pretende gastar la dirección a lo largo del quinquenio en cada barrio por concepto de pavimentación, cuando en ninguna parte del proyecto de presupuesto se establece qué tipo de pavimento se pretende aplicar en qué calle de qué barrio. No hay memoria descriptiva. Pretenden de esta manera que aprobemos de ojos cerrados un cheque en blanco para que de manera improvisada vayan viendo qué hacer a lo largo de los próximos 5 años.
Mientras sucede todo esto, mientras intentamos por todos los medios introducir algunos cambios a este mal proyecto de presupuesto, para atender aunque sea en parte las necesidades de los vecinos menos agraciados, nos enteramos que cada vez son más los procesados por fraude contra la ciudadanía que gozan el privilegio de cobrar suculentos sueldos por trabajar muy poco. Reconocidos delincuentes locales, sus esposas, hijos, nueras, etc. han encontrado la redención en los brazos del gobierno colorado que ha sabido acogerlos en su seno para brindarle vía administrativa mediante, aquello que vía electoral jamás volverán a tener.
Lindo ejemplo de moralidad y decencia el que nos están brindando nuestros gobernantes…¿o miento?
