miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿OTRA VEZ EL TONTO DEL MICRÓFONO?




   Según he podido saber mediante dos llamados telefónicos, un deformador de opinión de nuestro medio, a menudo dedica comentarios respecto a mi persona.  Se trata del mismo deformador de opinión que dejé de escuchar hace algún tiempo, por entender que nada aporta a mi condición de ciudadano, pues suele brindar información errónea, tergiversada, de mala fé, etc. 
  Comentarios que me llegan, cuentan que últimamente ha vuelto a errarle el bizcochazo refiriéndose a mí.  Al parecer, algunos días atrás, cuestionó mi probidad para opinar en materia de tránsito, pues según él, he sufrido dos o tres siniestros; y esta mañana, habría sugerido que no soy digno de exigir para el departamento de Rivera, la aplicación de la Ley 18.191, en cuanto a la exigencia que establece de utilización de luces cortas encendidas y cinturón de seguridad, por la sencilla razón de que conduzco una moto.  Quiero creer que lo otro que llegó a mis oídos, que dice que habría sugerido que mi moto es brasileña, haya sido un error de interpretación de la persona que me informó.    De no ser así, sería demasiado estúpido de parte del comunicador. Es verdad que se trata de un estúpido, pero no creo que a ese punto.
  Apenas a modo de breve aclaración, porque tampoco es cuestión de gastar tiempo en quien no lo vale, debo decir que en mi vida he sido protagonista de un único accidente de tránsito, acaecido el día 20 de marzo de 2008, cuando alguien con sus facultades mentales alteradas por un grave problema familiar, no respetó señalización y como se suele decir, “me llevó puesto”.  No fueron “dos o tres” accidentes.  Con respecto a mi gestión como suplente de edil, debo decir que talvez al comunicador le cueste creer que alguien pueda llegar a ser honesto y pretenda sanamente cumplir con su obligación; cosa que por otra parte, hago sin percibir compensación alguna desde el mes de marzo; ni compensación por combustible, ni exoneración de patente de mi moto matriculada en Rivera con la chapa FYR 772.  El único beneficio que aún conservo, es un saldo de $ 181 (ciento ochenta y un pesos) acreditados mensualmente a mi celular.
  Siendo así, agradezco las intenciones que pudieran haber tenido las personas que me llamaron, pero reitero mi voluntad de no enterarme siquiera, de las tonterías que pueda llegar a decir el ciudadano en cuestión.  De mí, podrá decir lo que se le antoje, si es su opinión; apenas no toleraría, que dudara de mi honestidad, ni involucrara a mi familia.  Ahí sí, otro gallo cantaría.  Mientras continúe con la estupidez inocua, allá él con sus frustraciones y resentimientos.
  Finalizando, quiero dejar en claro que me siento muy cómodo, no dialogando con ese señor.  Nada tengo en contra del medio en el que trabaja, ya que no han sido pocas las veces que sus colegas han requerido mi participación en sus programas.  Por otra parte, si así no fuera, nada cambiaría, puesto que no me trazo horizontes que puedan depender de apariciones mediáticas.