jueves, 4 de diciembre de 2014

68 MÍSEROS VOTOS









         68 míseros votos han hecho con que Rivera una vez más vaya a contramano de la mayoría del país.  Esa fue finalmente la diferencia con la que la fórmula nacionalista se impuso en el balotaje aquí en Rivera.  Si me preguntan qué significa eso, respondo lo mismo que dije cuando la diferencia era de 205 votos a favor de la fórmula frenteamplista: absolutamente nada. ¿A alguien le importa ese dato, luego de la constatación de que entre el 40 y el 42% de los colorados de Rivera desoyeron a sus líderes, volcándose decididamente a poner en la urna la papeleta con los nombres de Tabaré y Raúl? Yo creía, honestamente, que no.  En definitiva, votitos más, votitos menos, queda más que evidente que para mayo el panorama se hace más que complicado para los partidos tradicionales.  Unos, los blancos, que no tienen cómo demostrar que no han estado en los temas de mayor interés para la ciudadanía, votando desde la Junta Departamental, alineados con sus socios colorados.  A los pocos que tímidamente intentaron hacer algo de oposición, sus compañeros paulatinamente los fueron raleando.  Para colmo, de las 8 bancas electas por el nacionalismo en su momento, quedan formalmente nada más que 6. Dos de ellas, cargos municipales mediante o promesas a futuro, han hecho con que se bandearan con banca y todo. De las otras no puedo hablar, porque aunque a todas luces resulta evidente que sus titulares se han vuelto sordos, ciegos y mudos, no puedo exponer públicamente lo que se dice en los corrillos.

El otro partido, el Colorado, rajado; partido; con gente que arrojaba piedras a la 2000, pero que poco a poco, mansamente vuelven al regazo de la comodidad que les da saber que sus parientes, si hacen bien el mandado, seguirán disfrutando el miserable sueldo municipal.

Con personas que, acuerdo por cargo mediante, disfrutan también de su condición de directores de algo, sin siquiera honrar el sueldo que perciben, pero inundando el ciberespacio con festejos estériles.

   Impávido observo a quienes festejan tan efímero, como inútil logro, como si el mismo fuera de relevancia.  No imaginé que fuera necesario avisarles, porque los creía inteligentes, que por más que intenten demostrar satisfacción por el hecho de que han debido arrastrarse; vendido el alma al vil precio de la codicia; abdicar de sus principios; hipotecar incluso su prestigio profesional conseguido con muchos años de trabajo; deshonrar la memoria de algunos de sus familiares, sabemos que son conscientes de que tienen la manzana rodeada y les queda poco tiempo.  Aprovechen los meses que les queda, prolonguen un poco más esta lenta agonía que comenzó en junio, porque como dijo mi Presidente Luis Carlos López, en mayo los vamos a "afeitar".

   Viva el Frente Amplio, que no se vende y que en los próximos meses teñirá de rojo azul y blanco la mayoría de los departamentos del país.