Que la incomprensible señalización que dispusiera la Dirección General de Tránsito y Transporte en algunas avenidas, impidiendo la maniobra de ultrapasar o girar a la izquierda, ha molestado y molesta a muchos, es un hecho.
Defender tercamente tal medida, amparándose en un supuesto informe de parte de alguien entendido en la materia de ingeniería vial, resulta al menos risible, cuando por donde se le busque justificativa, es harto difícil admitir alguna.
Cuando hace algunas semanas, frente a la entrada del club Oriental tuve la oportunidad de dialogar con el Director General, en presencia del capataz de señalización y un periodista que atinaba pasar por la zona, no desaproveché la ocasión y me tomé la libertad de marcar algunas cosas que a mi entender son como mínimo incoherencias, que continúan esperando ser equilibradas, mientras se siguen haciendo trabajos que no demuestran el más mínimo grado de efectividad.
Escuchar de boca del Director General, que en las cuadras de Av. Italia que van desde su intersección con Presidente Viera y hasta frente al Club Huracán, se optó por utilizar la doble banda amarilla, pues en el lugar “ya había habido un accidente”, no puede menos que sonarme a tontería y burda justificativa para la decisión adoptada. Una decisión que en mi opinión, obedece apenas a la necesidad de “mostrar acciones” en algunos lugares visibles. Acciones éstas, que la ciudadanía, que felizmente tiene capacidad de crítica, desaprueba expresando su opinión de las más diversas maneras: llamando a programas radiales, en ruedas de amigos, llamando a un Edil para solicitar su intervención, etc.
Estoy seguro que si me tomo el trabajo de verificar en otros puntos de la ciudad donde se haya pintado la doble raya amarilla, encontraré sinsentidos como los que detallaré a continuación, pero para no hacer esta nota demasiado extensa, me limitaré a los de Av. Italia por una razón obvia. Paso por allí varias veces al día y además algunos vecinos me lo cuestionan a diario.
En esta nota, podemos observar varios puntos en los que sí sería necesaria la señalización que impida el adelantamiento, por ser lugares de significativo riesgo.
Pero además de ello, ya han sido escenario de muchísimos siniestros.
Vayamos a algunos de ellos.
1. Curva del Portal de los Plátanos: Allí la visibilidad es prácticamente nula para quien viaje en cualquiera de los sentidos. Al menos se debiera impedir el adelantamiento a quienes se dirijan en el sentido sur-norte. En la actualidad no se puede impedir en el sentido contrario, pues quien pretenda ingresar al camino Oscar Riera, debe necesariamente invadir el carril opuesto (al menos mientras no se construya la rotonda que hace mucho tiempo venimos pidiendo).
2. Intersección con Vaz Ferreira: Es un lugar extremadamente peligroso, pues existe un cruce peatonal (cebra) para facilitar el desplazamiento de estudiantes de la escuela 96, que se encuentra a escasos 100 metros del lugar. Quien viaja en el sentido norte/sur, no tiene visibilidad de la cebra hasta que está a menos de 50 metros del lugar, pues es muy pronunciada la loma que le antecede. 
3. Intersección con Arturo Núñez: Constituye un inminente riesgo, pues además de una pronunciada curva sin señalización, existe en el lugar una parada de ómnibus, que a pesar de haber solicitado su traslado en diversas oportunidades, jamás he sido escuchado. Tal vez, según el criterio imperante en la Dirección de Tránsito, habrá que esperar que se produzca algún fallecimiento a consecuencia de una colisión frontal, para adoptar alguna medida.
4. Bajada previa a bifurcación en barrio Santa Teresa: Pronunciada bajada con doble curva en “S”, sin ningún tipo de señalización.
5. Cebra frente a la escuela 64: En diversas oportunidades le he transmitido al Director General (La última fue precisamente la charla en presencia del capataz de señalización y el periodista), que el cruce peatonal o la parada de ómnibus de la acera Este, debieran ser trasladados algunos metros, pues en la actualidad, si un niño pretende cruzar correctamente, no es divisado convenientemente por el chofer del ómnibus, pues la cebra se encuentra ubicada exactamente en el lugar donde comienza el espacio delimitado para el coche.
Como se podrá observar, si efectivamente se pretendió dotar de mayor seguridad la avenida Italia, se debiera haber comenzado por alguno de esos lugares, que efectivamente son conflictivos y peligrosos. No haber priorizado un tramo de recta ancha y con inmejorable visibilidad.
Pero como dice el viejo refrán, el sentido común, en algunos casos es el menos común de los sentidos.-