A
pocas jornadas de la que será una elección departamental muy particular, creí
conveniente volver a entablar el contacto con ustedes a través de este blog al
que tan descuidado tengo en los últimos meses, merced al incremento de la carga
laboral que me ha obligado a abdicar de algunas de mis pasiones. Y efectivamente creo que es así; tengo toda
la sensación de que estamos frente a una elección departamental que será muy
distinta en sus resultados. Tan distinta en sus resultados, como lo está siendo
en la campaña previa. Porque que el
caballo del comisario utiliza toda su parafernalia para ponerla al servicio del
partido y en particular del sector mayoritario del coloradismo, no es ninguna
novedad; sin embargo sí es novedad el grado de descaro con el que se ha hecho y
hace en esta oportunidad. Desde hace
muchos meses vengo manifestando en distintos ámbitos, lo que a mi juicio es una
evidente estrategia de silenciar a la oposición, a la vez que resaltar a como dé
lugar, las supuestas bondades de esta administración departamental.
Es
así como por ejemplo, lo primero y más notorio, es la impresionante exposición mediática
de todo lo hecho por todas y cada una de las divisiones departamentales,
opacándose sistemáticamente los muchos y airados intentos ciudadanos de reclamar
las inacciones o malas acciones de la administración. A éstas, cuando muy esporádicamente se las
puede oír, es invariablemente la misma, la mecánica que le sigue: una llamada
telefónica del periodista de turno al jerarca aludido, para que éste pueda
hacer los descargos correspondientes, incluso desacreditando vehementemente a
las personas que se atreven a cuestionar, pero sin dar respuesta satisfactoria
al fondo de la cuestión. Eso lo pude
constatar una vez más, esta misma mañana, cuando a modo de respuesta a los
dichos del integrante de la Comisión del Discapacitado de Rivera, le salió al
cruce el Director del Servicio Médico Departamental, Dr. Renato Perurena. Tal vez me equivoque, porque los compromisos
hicieron con que debiera salir de mi domicilio antes que concluyera la
entrevista, pero no creo que haya respondido o admitido que el funcionario
aludido por Millel Lima, se dedique en horas de trabajo, a hacer trabajo
proselitista entregando listas coloradas en el tan mentado puerta a
puerta. No creo que se haya atrevido a
admitir que eso sea así. Pero tampoco
somos tan ingenuos y ciegos como para no ver que eso es así en una interminable
cantidad de casos. ¿O es que no vemos situaciones como la comentada por Lima
todos los días y a cada rato? Algún simplista
puede decir, como lo dijo el doctor Perurena, que se debe denunciar los hechos
donde corresponde, la Junta Departamental.
No sé si reírme de los dichos de Perurena o indignarme aún más de lo que
ya estoy. No se puede menospreciar de
esa manera, la capacidad de reflexión de la gente, o al menos de una buena
parte de la ciudadanía. Pretender hacer
creer que denunciando algo en la Junta Departamental se pueda solucionar algún
tema de esa índole, es desconocer o pretender hacer creer a la población, que eso
es posible. Es claro que no lo es aunque
debiera serlo. Y lo sería… si los Ediles
colorados y la gran mayoría de legisladores blancos no debieran favores que
saben se les cobran a cada día y con cada acción. En el tiempo en que actué como legislador
pude percibir que eso es así. La iniciativa
la toma el ejecutivo y la totalidad de la bancada colorada, más parte de la
blanca, calladitos y boca abajo haciendo amén al mandato del tercer piso. Eso ES
así y no hay cómo negarlo.
Pero
esa es apenas una de las tantas estrategias reñidas con la ética y hasta se
podría decir la moral, en las que incurre el coloradismo riverense. Sí, el
coloradismo, no apenas su sector mayoritario. Porque debe quedar meridanamente claro
que el Gobierno Departamental es del Partido Colorado entero y no apenas de la
2000, a diferencia de lo que se pretende hacer creer por parte de los sectores
minoritarios. Porque todos y cada uno de estos últimos, aportan sus votos para
que Marne Osorio sea el próximo intendente.
Ni Mauricio González ni Walter Machado tienen expectativa alguna de
alcanzar el sillón del tercer piso del edificio de calle Agraciada. Pero sus respectivos grupos, aún a sabiendas
de la indefectible y una vez más reiterada derrota interna, defienden con uñas
y dientes sus cargos en la futura administración, en caso de victoria colorada
el próximo 10 de mayo. ¿O alguien duda
que en caso de una nueva victoria colorada, tanto González como Machado,
deberán arrodillarse ante papá Tabaré y su pupilo Marne para mendigar empleos? Póngale
la firma que será así. Y sino, en pocos
meses hágame notar mi error, pues estoy dispuesto a escuchar las críticas
correspondientes.
Pero
mientras tanto siguen convalidando la ineptitud y los acomodos de la 2000. Convalidan el retraso intencional de las
obras para que fueran culminadas justo apenas días antes de las
elecciones. Convalidan que se hayan
mantenido abiertos los tan famosos sesenta y pico de frentes de obra en todo el
departamento, generando molestias por meses a los vecinos de todas partes,
apenas para esperar el momento oportuno de su culminación. Convalidan con su actitud reptil, que una y
otra vez se tenga que romper lo ya hecho, como el barrio Bisio, como en la
calle Arturo Núñez de Santa Isabel, como ahora también y a la vista de todos,
en la intersección de Avenida Italia y la vía férrea. Todo ello es posible gracias a que el Partido Colorado
entero, permite que ello sea así.
La
29, que durante algún tiempo pretendió mostrarse diferente, al tiempo que sus Ediles
mantenían sus manos enyesadas en la Junta Departamental, tal vez asegurando el
empleo a su compañero Gustavo Guedes, ahora ya sin miramientos reconoce que
apoyará la candidatura de Marne Osorio.
Todo
muy denigrante, indignante, antiético, etc.
Y
bueno… algún día la ciudadanía reaccionará y tomará la decisión de terminar con
esta manera de hacer política, que ya en ninguna parte del país casi existe. ¿Será ahora? No lo sé; pero sí sé que el
Frente Amplio está llamado a jugar en los próximos cinco años, un papel muy
diferente al jugado en estos últimos. Sin
dudas, nuestro número de ediles será sensiblemente incrementado para que en el
peor de los casos (que sería perder la elección), pueda jugar un rol mucho más
protagónico, con figuras nuevas que le cambien la cara a la bancada. No sé si el Frente Amplio logrará en esta
oportunidad la victoria, pero la misma se aproxima elección a elección. Y algún día será, para que de una vez por
todas, nuestro departamento abandone la nada cómoda situación de estar en el
último escalón en lo que a Indice de Desarrollo Humano nacional se refiere. Porque
esos tristes y vergonzantes números no son casualidad; son resultado de los
reiterados gobiernos colorados que tenemos que soportar los riverenses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario