El 16 de mayo llovía torrencialmente en Rivera y se comenzaba a advertir en las redes sociales, que los movimientos de tierra hechos en el cerro en proximidades del barrio Tres Cruces, producían por tercera vez, deslaves importantes.
Este verdadero alud de lodo irrumpió en calles, veredas y
viviendas del barrio, generando incontables molestias a los vecinos.
Días después, en la Junta Departamental de Rivera se
emitieron encendidas alocuciones llenas de informaciones que destacaban la
preocupación del Ejecutivo Departamental y las acciones que éste había
emprendido al respecto y lo que pretendía para las siguientes horas.
Debido a que solemos darnos la oportunidad de creer en
las buenas intenciones y en que la información recibida sea veraz, preferimos
llamarnos a silencio y esperar el transcurrir de los días.
Hoy, pasados ya dos meses, volvimos al lugar y dialogamos
con el mismo vecino que nos brindara información en aquella accidentada
jornada.
Infelizmente, lo que allí vimos y lo que nos fue
transmitido, no tranquiliza en lo más mínimo. La empresa responsable por el
fraccionamiento y los movimientos de terreno ha retirado incluso la cartelería
que existía en el lugar; las máquinas de la Intendencia que estuvieron durante
las primeras horas posteriores al 16 de mayo, colocando un vallado de piedras
con miras a impedir nuevos desmoronamientos, desaparecieron. Desde entonces… silencio.
Los vecinos refieren que paulatinamente, aquellas piedras
van desapareciendo del lugar porque personas ajenas al mismo, cargan carros y
hasta camionetas y se las llevan. Por
otra parte, la tierra que se retiró de las veredas de los vecinos fue dispuesta
de forma muy desprolija sobre la calle, bloqueando una de ellas y dejando en
otra, apenas un estrecho pasaje.
Veremos… habrá que investigarlo en próximas jornadas.
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