sábado, 2 de mayo de 2015

¿QUIÉN GOBERNARÁ RIVERA, LOS PRÓXIMOS CINCO AÑOS?




A pocas jornadas de la que será una elección departamental muy particular, creí conveniente volver a entablar el contacto con ustedes a través de este blog al que tan descuidado tengo en los últimos meses, merced al incremento de la carga laboral que me ha obligado a abdicar de algunas de mis pasiones.  Y efectivamente creo que es así; tengo toda la sensación de que estamos frente a una elección departamental que será muy distinta en sus resultados. Tan distinta en sus resultados, como lo está siendo en la campaña previa.  Porque que el caballo del comisario utiliza toda su parafernalia para ponerla al servicio del partido y en particular del sector mayoritario del coloradismo, no es ninguna novedad; sin embargo sí es novedad el grado de descaro con el que se ha hecho y hace en esta oportunidad.  Desde hace muchos meses vengo manifestando en distintos ámbitos, lo que a mi juicio es una evidente estrategia de silenciar a la oposición, a la vez que resaltar a como dé lugar, las supuestas bondades de esta administración departamental.
Es así como por ejemplo, lo primero y más notorio, es la impresionante exposición mediática de todo lo hecho por todas y cada una de las divisiones departamentales, opacándose sistemáticamente los muchos y airados intentos ciudadanos de reclamar las inacciones o malas acciones de la administración.  A éstas, cuando muy esporádicamente se las puede oír, es invariablemente la misma, la mecánica que le sigue: una llamada telefónica del periodista de turno al jerarca aludido, para que éste pueda hacer los descargos correspondientes, incluso desacreditando vehementemente a las personas que se atreven a cuestionar, pero sin dar respuesta satisfactoria al fondo de la cuestión.  Eso lo pude constatar una vez más, esta misma mañana, cuando a modo de respuesta a los dichos del integrante de la Comisión del Discapacitado de Rivera, le salió al cruce el Director del Servicio Médico Departamental, Dr. Renato Perurena.  Tal vez me equivoque, porque los compromisos hicieron con que debiera salir de mi domicilio antes que concluyera la entrevista, pero no creo que haya respondido o admitido que el funcionario aludido por Millel Lima, se dedique en horas de trabajo, a hacer trabajo proselitista entregando listas coloradas en el tan mentado puerta a puerta.  No creo que se haya atrevido a admitir que eso sea así.  Pero tampoco somos tan ingenuos y ciegos como para no ver que eso es así en una interminable cantidad de casos. ¿O es que no vemos situaciones como la comentada por Lima todos los días y a cada rato?  Algún simplista puede decir, como lo dijo el doctor Perurena, que se debe denunciar los hechos donde corresponde, la Junta Departamental.  No sé si reírme de los dichos de Perurena o indignarme aún más de lo que ya estoy.  No se puede menospreciar de esa manera, la capacidad de reflexión de la gente, o al menos de una buena parte de la ciudadanía.  Pretender hacer creer que denunciando algo en la Junta Departamental se pueda solucionar algún tema de esa índole, es desconocer o pretender hacer creer a la población, que eso es posible.  Es claro que no lo es aunque debiera serlo.  Y lo sería… si los Ediles colorados y la gran mayoría de legisladores blancos no debieran favores que saben se les cobran a cada día y con cada acción.  En el tiempo en que actué como legislador pude percibir que eso es así.  La iniciativa la toma el ejecutivo y la totalidad de la bancada colorada, más parte de la blanca, calladitos y boca abajo haciendo amén al mandato del tercer piso. Eso ES así y no hay cómo negarlo.
Pero esa es apenas una de las tantas estrategias reñidas con la ética y hasta se podría decir la moral, en las que incurre el coloradismo riverense. Sí, el coloradismo, no apenas su sector mayoritario. Porque debe quedar meridanamente claro que el Gobierno Departamental es del Partido Colorado entero y no apenas de la 2000, a diferencia de lo que se pretende hacer creer por parte de los sectores minoritarios. Porque todos y cada uno de estos últimos, aportan sus votos para que Marne Osorio sea el próximo intendente.  Ni Mauricio González ni Walter Machado tienen expectativa alguna de alcanzar el sillón del tercer piso del edificio de calle Agraciada.  Pero sus respectivos grupos, aún a sabiendas de la indefectible y una vez más reiterada derrota interna, defienden con uñas y dientes sus cargos en la futura administración, en caso de victoria colorada el próximo 10 de mayo.  ¿O alguien duda que en caso de una nueva victoria colorada, tanto González como Machado, deberán arrodillarse ante papá Tabaré y su pupilo Marne para mendigar empleos? Póngale la firma que será así.  Y sino, en pocos meses hágame notar mi error, pues estoy dispuesto a escuchar las críticas correspondientes.
Pero mientras tanto siguen convalidando la ineptitud y los acomodos de la 2000.  Convalidan el retraso intencional de las obras para que fueran culminadas justo apenas días antes de las elecciones.  Convalidan que se hayan mantenido abiertos los tan famosos sesenta y pico de frentes de obra en todo el departamento, generando molestias por meses a los vecinos de todas partes, apenas para esperar el momento oportuno de su culminación.  Convalidan con su actitud reptil, que una y otra vez se tenga que romper lo ya hecho, como el barrio Bisio, como en la calle Arturo Núñez de Santa Isabel, como ahora también y a la vista de todos, en la intersección de Avenida Italia y la vía férrea.  Todo ello es posible gracias a que el Partido Colorado entero, permite que ello sea así.
La 29, que durante algún tiempo pretendió mostrarse diferente, al tiempo que sus Ediles mantenían sus manos enyesadas en la Junta Departamental, tal vez asegurando el empleo a su compañero Gustavo Guedes, ahora ya sin miramientos reconoce que apoyará la candidatura de Marne Osorio. 
Todo muy denigrante, indignante, antiético, etc.

Y bueno… algún día la ciudadanía reaccionará y tomará la decisión de terminar con esta manera de hacer política, que ya en ninguna parte del país casi existe.  ¿Será ahora? No lo sé; pero sí sé que el Frente Amplio está llamado a jugar en los próximos cinco años, un papel muy diferente al jugado en estos últimos.  Sin dudas, nuestro número de ediles será sensiblemente incrementado para que en el peor de los casos (que sería perder la elección), pueda jugar un rol mucho más protagónico, con figuras nuevas que le cambien la cara a la bancada.  No sé si el Frente Amplio logrará en esta oportunidad la victoria, pero la misma se aproxima elección a elección.  Y algún día será, para que de una vez por todas, nuestro departamento abandone la nada cómoda situación de estar en el último escalón en lo que a Indice de Desarrollo Humano nacional se refiere. Porque esos tristes y vergonzantes números no son casualidad; son resultado de los reiterados gobiernos colorados que tenemos que soportar los riverenses.