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El pasado
viernes 25 de noviembre tuve la oportunidad de asistir a la celebración de los
50 años de vida del jardín de infantes 108.
Una hermosa fiesta de colores, sonidos, emociones, etc. pero lo que más
me satisfizo de todo lo que vi fue conocer la reforma del edificio
escolar. Lo recordaba de cuando hace
tres años hubo que golpear puertas en el propio C.E.I.P., porque desde hacía
algunos años, a pesar de los insistentes reclamos de la Directora de la institución,
nada se había logrado por parte del órgano rector.
Fue necesario
poner los hechos en conocimiento de quien por aquel entonces era la autoridad
máxima del Consejo de Educación Inicial y Primaria, Maestro Héctor Florit,
quien hasta ese entonces no había recibido información alguna al respecto desde
nuestra ciudad. Es bueno saberlo, porque
a menudo suponemos que las cosas no se realizan por inoperancia de las
autoridades nacionales, cuando es común que ellas siquiera se enteren de las
mismas. Recordemos sino, el episodio
vivido en ocasión del Consejo de Ministros en San Gregorio, cuando escolares
transmitieron su frustración al propio Presidente de la República, despertando
en éste, la molestia con sus propios ministros.
En este caso sucedió algo similar.
Fue solamente después que habláramos con Florit, que el tema comenzó a
andar. Poco tiempo después se había signado
un convenio entre el CEIP y el MTOP, que pocos meses después comenzaba a
hacerse efectivo.
El pasado
viernes, recorriendo aquellos salones, sentí gran satisfacción por ver que la
gestión rindió buenos frutos.
Junto a colegas del Jardín de Infantes 138 de Tranqueras |