miércoles, 18 de agosto de 2010

SITUACIÓN DE LA AVENIDA GRAL. SEREGNI 18 DE AGOSTO DE 2010





Corría el año 2006, cuando en pleno feriado de 18 de julio, comenzaba la ejecución de una obra que se consideraba de suma importancia para la zona sur de la ciudad de Rivera.  La interconexión vial Mandubí – Santa Isabel.  Hacía ya por aquel entonces, 14 años desde que vecinos casi anónimos de ambos barrios habían comenzado a levantar sus voces expresando la necesidad que había de comunicar dos conglomerados que distan tan poco uno de otro y que sin embargo, a quien quisiera pasar de uno hacia otro, le insumía la absurda distancia de cómo mínimo 5 quilómetros.  El problema mayor se verificaba al observar la capacidad ociosa que disponía el liceo número 4, al que ningún chico de Mandubí se le podía ocurrir asistir, ya que ni siquiera en ómnibus podría llegar, a pesar de estar a no más de 2000 metros de su casa.  Fue así que mediante gestiones efectuadas por el ejecutivo departamental de aquellos años, finalmente se puso en marcha el proyecto.
  A la colocación de la piedra fundacional, asistieron como no podía ser de otra manera, todas las jerarquías municipales, representantes nacionales, autoridades militares y policiales, vecinos de ambos barrios, etc.  A los allí presentes, el departamento de prensa de la intendencia nos entregó un folleto que aún conservo.  Este folleto decía que la obra se ejecutaría en dos partes. La primera estaba estimada en un valor de 1:767.796 pesos, se ejecutaría en algo así como 3 a 5 meses y constaría de limpieza del terreno, movimiento de suelo, base de tosca de 20 cm y alcantarilla sobre la cañada del Coquero.  La segunda etapa, insumiría cerca de 3 meses y la inversión ascendería a 2:649.401 pesos y constaría de pavimentación con tratamiento bituminoso, cordones, vereda y alumbrado público.  Lamentablemente no debimos esperar los 6 u 8 meses previstos, sino casi 2 años para que se llevara a cabo en una gran ceremonia el “libramiento al uso público”.  En aquel entonces, consultado por un periodista, manifesté mi sorpresa ante tanta pompa para dejar librada al uso público una obra inconclusa, puesto que haciendo uso de la palabra, el intendente de la época reconocía que se había gastado todo lo previsto y aún más.  Sin embargo en el lugar donde debía haber pavimento bituminoso, había una calle de tierra, prolija todavía en aquel entonces.  En el lugar de cordón y camineros, literalmente nada.  Y en el lugar de alumbrado público, también absolutamente nada.  Un comunicador amigo, a quien mucho aprecio, me preguntaba si no estaba yo poniendo más énfasis en el medio vaso vacío que en el medio vaso lleno, ya que supuestamente, en forma muy rápida se culminaría la obra.  Le respondí que el tiempo nos daría la respuesta. Hace algo así como un año y algo, esta Junta Departamental nominó esa interconexión con el nombre “General Líber Seregni”.  Simultáneamente, a otra avenida se le pasó a denominar “Dr. Altivo Estévez”.  Esta última, luce un pavimento magnífico, alumbrado a nuevo y muchos carteles indicando el nombre de la arteria.  La primera, la que le costó a las arcas municipales más de lo previsto, entre otras cosas porque los responsables de la obra equivocaron las mediciones y debieron recomenzar algo que ya estaba a medio camino, aquella que debió ser una avenida con pavimento asfáltico, veredas, alumbrado público pero que  quedó inconclusa, luce ahora una proliferación impresionante de pozos, grietas, canaletas, piedras de punta, etc. Y lo que es peor. Los vecinos de la zona ni siquiera saben que su nombre es General Líber Seregni, porque la comuna aún no se ha dignado siquiera a poner carteles indicadores en el lugar.
  El tiempo pasó y creo que finalmente, mal que nos pese a los vecinos de la zona sur de la ciudad, tenía yo razón al preocuparme del medio vaso vacío.
   Los vecinos de la zona sur de la ciudad tenemos derecho a sacar conclusiones.  En el mejor de los casos, de la incapacidad de los responsables a la hora de estimar costos.  Y de negligencia o mala voluntad si queremos ser algo mal pensados.
   Tengo la esperanza de que el nuevo intendente, persona a la que sinceramente estimo, demuestre efectivamente ser diferente y disponga a la brevedad incluir en el próximo presupuesto la culminación de la obra para en parte, corregir lo mal actuado.
  Sr. Presidente, solicito a usted que mis palabras pasen al Sr. Intendente Departamental, Dr. Marne Osorio y a los medios de prensa del departamento de Rivera.

                      
                                                             Juan Antonio Pereira Sander
                                                                     Suplente de Edil

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