domingo, 12 de diciembre de 2010

LA INTENDENCIA NO RESPONDE A LA JUNTA DEPARTAMENTAL

  Culminamos cinco meses de trabajo en los que con aciertos o errores, la mayoría de los que componemos la corporación legislativa hemos puesto lo mejor de nosotros mismos.  Cosas muy buenas deben ser resaltadas en este pequeño período que culmina.  Entre ellas, la gran asistencia y contracción al trabajo que han demostrado los ediles, haciendo con que las comisiones hayan trabajado a quórum completo en la mayor parte de las oportunidades.   
El enorme interés por participar en las medias horas previas, haciendo con que el cupo para participar de las mismas se encuentre permanentemente completo desde varias semanas antes.  Son señales inequívocas de un marcado interés por cambiar el rumbo y la imagen heredada de períodos anteriores.
  No obstante, no sería honesto de mi parte si no reconociera algunos sinsabores que me quedan luego de estos 5 meses.
  En este período, he presentado algo así como veintiséis asuntos entre exposiciones en media hora previa y asuntos entrados.
  Debo decir no sin cierta desazón, que es frustrante observar como a pesar del ahínco que le he puesto a mi tarea, han sido absolutamente vanas las iniciativas de proponer medidas que apuntaban a mejorar las condiciones de vida de los riverenses.
   Desde el mismo primer día de esta legislatura me he preocupado de no caer en la fácil postura de criticar, sino que me he ocupado en presentar propuestas concretas para dar solución a problemáticas que me han sido denunciadas por vecinos de diferentes barrios.
  Sin embargo, a todas ellas les ha seguido invariablemente un profundo silencio o en el mejor de los casos, una respuesta de parte del ejecutivo departamental, en la que se dice que a futuro se tomarán medidas.  Pero en concreto, ningún asunto presentado o expuesto en sala por mí, ha sido implementado.
  Una larga lista de temas que considero importantes, como ser la solución a la conflictiva esquina de Agraciada y Vía férrea, la convocatoria a la UDESEV (Unidad Departamental de Seguridad Vial), la omnipotencia con que actúan las empresas de transporte colectivo de pasajeros de nuestra ciudad, el rápido deterioro de algunas avenidas y calles, la situación de abandono en que se encuentra la avenida Gral. Seregni, la reiteración de errores sucedidos en el pasado en lo que a presupuesto participativo refiere, la creación de un pase libre nacional para discapacitados, la muy problemática intersección de Ansina y Florencio Sánchez, para la que solicité una medida paliativa hasta tanto no se pudiera adquirir el semáforo pretendido, la situación calamitosa de la reja ubicada en Brasil y Juana de Oriol, la propuesta de nominar una calle con el nombre Salomé Silva, la permanente violación a la norma que prohíbe estacionar vehículos sobre la vereda del Estadio Atilio Paiva y que fuera presentada anteriormente por el colega Carlos Blanco, etc, etc, etc.
  Sumamente larga es la nómina de asuntos presentados que no han sido recogidos por las jerarquías departamentales.
  La semana pasada, una colega en uso de su media hora previa hacía referencia a un sentimiento similar que le surge por iguales motivos.
No es para menos.  Siendo así, pienso que sería oportuno que el señor Intendente Departamental Marne Osorio recordara que  al comienzo de esta legislatura nos manifestó estar a nuestra disposición a los efectos de encaminar una gestión conjunta en pos de la ciudadanía de nuestro departamento.  Como hasta el momento considero que nuestro Intendente es un hombre de buenas intenciones, quiero creer que a partir del próximo año, presupuesto nuevo mediante, este sentimiento que hoy tengo se vea minimizado, producto de mejores respuestas que las recibidas hasta hoy.

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