El proyecto de Presupuesto Quinquenal propuesto a la Junta Departamental de Rivera por el Ejecutivo de este departamento nos depara algunas sorpresas. Como para empezar a hacer diente, ya nos encontramos con la creación de dos nuevas tasas. La primera de ellas, la “Tasa de Conservación de Pavimento”, gravaría en caso de ser aprobada, el insólito hecho de vivir en una calle pavimentada, se tenga o no vehículo. Vale decir que próximamente, los riverenses deberemos abonar entre 40 y 70 pesos por metro lineal de frente de cada domicilio por año juntamente con la contribución inmobiliaria. Por otra parte, también se crea la tasa de embarque a los pasajeros usuarios del transporte interdepartamental que asciendan a los vehículos en la terminal de ómnibus. Si bien es cierto, tasas similares se pagan en casi todos los departamentos, también es cierto que las mismas se abonan con un fin: solventar el mantenimiento de dichas terminales. En el caso de Rivera no se especifica de esa manera, dejando abierta la puerta para que lo recaudado por la tasa de embarque pueda ser utilizada como mejor le plazca al Intendente de turno. Parece realmente deplorable el olvido, sobre todo cuando vemos la penosa situación en que se encuentra nuestra terminal de ómnibus , sus ocasionales usuarios y los funcionarios de las empresas de transporte que deben subir enormes pesos desde el sector de agencias hasta las plataformas de acceso. Tenemos gabinetes higiénicos insuficientes, inaccesibilidad para personas portadoras de discapacidades, ancianos, etc. y no se puede siquiera tomar un refrigerio pues hace años no existe servicio de cantina. Nada de esto parece importarle al gobierno departamental. Apenas recaudar.
Se nos ha dicho que se trata de un presupuesto austero, pero si pensamos que a la creación de estas dos nuevas tasas, se le agrega alguna perlita como ser la creación de una subsecretaría de descentralización y participación ciudadana, cuya persona encargada de dirigirla percibiría un 100% de sobresueldo por ejercer tales funciones, fácil es llegar a la conclusión de que la austeridad no es tanta.
Pero lo más triste es advertir que no apenas el partido de gobierno impulsa y avala algunas de estas novedades. En las últimas horas, he podido escuchar atónito cómo dirigentes de un sector del Partido Nacional justifican la creación de la tasa de conservación de pavimento. Según decía uno de ellos, el contribuyente que paga, tiene el derecho de exigir la prestación del servicio. Obviamente este dirigente no debe vivir en Rivera, pues de lo contrario sabría que hace ya unos cuantos años, todos pagamos la tasa de alumbrado y por más que exijamos, hace meses no se repone ni una sola lamparita y cuando se pide una solución es invariable la respuesta: “compre usted los materiales que nosotros se los colocamos”.
Ya vendrán dentro de poco estos mismos dirigentes vistiendo sus trajes de opositores y paladines de la defensa de los derechos de los más humildes, proponiendo rebaja de impuestos y otras yerbas; mientras tanto, lejos del período electoral, talvez, pero solo talvez a cambio de algo, se disponen a levantar su mano para avalar con su voto un nuevo mazazo al bolsillo de los contribuyentes de Rïvera. Y pensar que hace apenas algunos meses se hablaba de reducir impuestos a la mitad...
¡¡¡A TENER MEMORIA!!!
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