domingo, 8 de mayo de 2011

UN INVITADO DEMASIADO ANSIOSO

Tengo la felicidad de hacer parte de un grupo de amigos que con cierta frecuencia se reúne a compartir en torno a una mesa, largas y profundas (y de las otras también) charlas que generalmente son acompañadas de una suculenta y opípara cena o almuerzo, según el caso.
  Somos varios matrimonios que desde hace años disfrutamos este tipo de reuniones en las que coincidimos, discrepamos, soñamos, proyectamos…
  Generalmente el lugar donde se desarrollan estas tertulias es el mismo.  La casa de una familia que por su don de gentes y su espíritu integrador, hace con que su hogar sea el sitio inmejorable para el mejor disfrute.
   Y vaya si disfrutamos las veladas.
   Aún así, a pesar de que como decía, son muchos los años que llevamos en esa rutina, no recuerdo alguna oportunidad en la que hayamos tomado por sorpresa a nuestros habituales y consecuentes anfitriones, “invitándonos” sin que antes hubiéramos acordado con ellos qué día, a qué hora, qué serviríamos, qué beberíamos, etc.
   Tal vez sea por eso que me cuesta tanto entender esta modalidad que ha impuesto por su voluntad y la de sus secuaces, el intendente Marne Osorio.
   Por tercera vez en poco tiempo, “se”  invita poniendo él las condiciones.  Porque a esta altura de los acontecimientos, con excepción del trío de “bad boys”,  nadie se atreve a defender demasiado enfáticamente esta práctica que en realidad no contribuye a aquella supuesta apuesta al buen relacionamiento con la Junta Departamental que el mandatario manifestara en ocasión de su primera visita a la casa del pueblo, cuando asumió la actual legislatura.
   Se intenta demostrar sin lograrlo, salvo opinión de algún necio que aún se aferra a negar lo obvio, que en las diferentes ocasiones que ha visitado el edificio de la calle Artigas, ha salido airoso de las mismas.  Honesta y objetivamente sostengo lo absolutamente opuesto.  En cada una de esas oportunidades han quedado demostradas varias cosas:
-  Que la bancada oficialista es, con excepción del trío de “bad boys”, muda, cuando se trata de defender las razones que originaran el interés del cuerpo de recibir en algún momento al actual intendente.
-  Que en realidad, en   algunos casos apenas votar importa, aunque no se sepa demasiado bien qué se vota, llegando a absurdos tales como el que se viera en la sesión en la que finalmente se decidió el llamado a sala último al señor Intendente.   En esa oportunidad, simultáneamente con el desarrollo de la sesión, de disputaba el encuentro por la Copa Libertadores de América entre el Club Atlético Peñarol y el Internacional de Porto Alegre.
  En determinado momento de la sesión, se escuchó en plena sala el relato de uno de los goles del aurinegro.  El sonido provenía del ordenador personal que sobre su mesa, tenía un edil oficialista que absorto, seguía las instancias del encuentro, mientras se mantenía totalmente ajeno a lo que en sala de sesiones se trataba. El mismo edil oficialista, que casualmente en la sesión anterior hubiera permitido con su voto que la corporación decidiera en primera instancia enviar los obrados del affaire Daniela Porto a la justicia y que en esta oportunidad votó absolutamente lo opuesto, diciendo no haber entendido en la sesión anterior.  No es difícil entender el porqué de su confusión. 
- Que de no ser por la actitud complaciente y connivente pero a la vez patética de una presidente que ha perdido el rumbo en el ejercicio de su función, otro gallo cantaría.
-  Que una y otra vez, las respuestas han sido esquivas y así lo reflejan las crónicas de los periodistas o personas ajenas al cuerpo deliberativo que ocasionalmente han sido testigos de esas instancias.
-   Que la dualidad de criterio, cuando de mantener el orden se trata, que exhibe la Presidente sesión a sesión en los últimos tiempos, no cesa ni siquiera en presencia del Sr. Intendente.   Es más, hasta se puede decir que se evidencia aún más.
  Varias más son las conclusiones a las que se puede arribar, pero creo que no valdría la pena ahondar en ellas, puesto que como escribía en una reflexión anterior, el poder de una mayoría sorda (y también muda, salvo el trío de “bad boys”), tendrá siempre la mano enyesada para decir amén a lo que le sugiera u ordene su orientador. 
  No es difícil entender el porqué.  Basta remitirse a lo que fueron las oportunidades en las que  se debió votar cuestiones presupuestales y la bancada oficialista se vio en figurillas para completar sus bancas, puesto que un número importante de curules, es familiar directo de funcionarios municipales, generalmente ingresados en los últimos tiempos,lo que les impedía votar algunos artículos.
  Como para no retirarse de sala.   Como para no sentir que el señor Intendente subestima la inteligencia de los ediles ajenos a su partido. 
  Si además de todo lo dicho más arriba, ante la insitente pregunta de si en la intendencia saben dónde vive la contadora, se limita el Dr. Osorio a responder mediante sus asesores, quienes dicen que no necesitan saberlo pues ella habitualmente responde el celular y si no lo hiciera, es tan responsable que asiste a su trabajo todos los días.
   Totalmente faltas de criterio, carentes de sentido común, huérfanas de argumentos y sobretodo, cargadas de irrespetuosidad han sido las  las últimas visitas del mandatario a la casa del pueblo.  Por el tenor de sus respuestas o la falta de las mismas, pero además por la actitud poco diplomática del Dr.Osorio que ha preferido una y otra vez, tomar por asalto el recinto de la Junta Departamental de Rivera, cada vez que se le ocurre venir. 
   Desde hace un tiempo suelo repetirme la misma pregunta: ¿faltará mucho para que aquéllos buenos ediles y sobretodo buenos ciudadanos que integran la bancada oficialista reaccionen y pasen a actuar libremente haciendo honor a una tradición que honra ese partido?

1 comentario:

  1. Para el que no es asiduo seguidor de las deliberaciones de la Junta, no se entiende lo referente al Trío "Bad Boys", aunque se supone.-
    Creo sinceramente que los tiempos irán cambiando paulatinamente, pues confío siempre en la inteligencia y finalmente en el buen criterio de la gente y me refiero a las actitudes de los ediles oficialistas.-
    En próximas eleccione seguramente no se darán los resultados que se dieran en las últimas, ya que finalmente se está haciendo una oposición seria y responsable.-

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