COMIENZA A ESTALLAR LA IRA POR EL MAL SERVICIO DE ÓMNIBUS

         Fue mucha, demasiada la paciencia que ha demostrado la población de los distintos barrios de Rivera para con la empresa ENDA y su sobreprotectora Intendencia de Rivera.

  Desde hace varios lustros se registran situaciones que lindarían con lo ridículo si no fueran trágicas.    Trágicas por los sufridos vecinos usuarios del pésimo servicio brindado por esa empresa, que cuenta con la complicidad de las autoridades municipales para hacer lo que se le antoja y cuando se le antoja.  Con frecuencias retiradas inconsultamente, ómnibus sucios, sin frenos, con puertas que no cierran, sin limpia parabrisas, etc.  Pero que aún así continúan circulando por las calles de Rivera como si nada, ante la pasividad de un gobierno sordo, irresponsable y por sobre todas las cosas irrespetuoso de la voz y los derechos de los usuarios.

  En esta oportunidad, vecinos del barrio La Virgencita resolvieron cacerolear frente a las instalaciones de la empresa para hacer oír su reclamo y pedir a gritos de alguna manera, que alguien se digne a poner coto a este DESGOBIERNO (término que utilizo y ratifico desde hace tiempo) que en materia de transporte tenemos en nuestra ciudad.

  Desgobierno que se ve desde que en nuestro departamento se adopta la práctica de otorgar a las listas perdedoras dentro del partido gobernante, la Dirección General de Tránsito y Transporte, como premio consuelo.

  Aún recuerdo a Isidro de los Santos decir ante un centenar de personas, que éstas tenían razón.  Pero que él no podía hacer nada porque el “burócrata del tercer piso” (término utilizado por De los Santos en una asamblea vecinal) no deseaba solucionar el tema del transporte.  Claro que tampoco el ex director fue capaz de dar un paso al costado para demostrar su disconformidad con el intendente de entonces.  Prefirió el amparo y la tibieza que le otorgaba un suculento sueldo.

  La cosa no ha cambiado ahora.  La Cenicienta (Tránsito y Transporte) fue ofrecida a la lista 29, que a pesar de los epítetos agraviantes que utilizara durante la campaña proselitista en contra de quien hoy es Intendente, aceptó y propuso a su frente al dirigente Pedro Gustavo Guedes.  Casi dos años de gestión y nada cambia.  Sobre todo en la connivencia para con las barbaridades de la empresa ENDA.    Como muestra basta un botón.  Para ilustrar un hecho, comienzo diciendo que hace algunos meses debí cambiar la chapa matrícula de mi moto, pues la que tenía se rompió.  Ochocientos y algo de pesos me costó el chiste, que pagué sin protestar, no sin antes preguntar si podía encomendar una chapa en una empresa local con la misma identificación de la matrícula anterior, a lo que me respondieron negativamente. Sin embargo, son varios los ómnibus de la empresa ENDA que lucen matrículas apócrifas con conocimiento tanto del responsable de vigilancia de transito como del propio Director General, porque a ambos se lo hice saber en más de una oportunidad.  Este último llegó a manifestarme en la última vez que le hice notar la anormalidad, que ya dispondría una medida ejemplarizante.  Como se puede deducir, o “se olvidó” o le “hicieron olvidar” porque los ómnibus siguen circulando con chapas matrícula falsas y en uno de los casos, con los números pintados sobre fondo blanco con pintura roja.  Mucho marketing, mucha aparición pública y mucha promesa de futuras gestiones, pero en los hechos, hasta ahora nada. 

 Ya hace más de un año que se promete un llamado a licitación de todas las líneas de ómnibus pero por una razón u otra, la misma se dilata.  En la última oportunidad en que dialogué con el Dr. Marne Osorio, le hice saber de esta preocupación, obteniendo como respuesta que se estaba a la espera de las conclusiones del estudio de la consultora del Ing. Lucas Facello.

  Pobre ingeniero;  siempre cargando sobre sus hombros las culpas de otros. 

  Pero además de ello, como le hice saber a Osorio, el estudio de Facello no hace referencia a las líneas rurales y éstas siguen esperando que el Intendente se ponga los pantalones largos y de una buena vez se decida a enfrentar a las empresas transportistas.  No debería hacer otra cosa que aceptar la sugerencia que le hiciera la Junta Departamental en el año 2010, instrumentando la licitación de todas las líneas.  De esa manera, además de atender la voz de la ciudadanía, legitimaría una situación anormal que se da por la ausencia de contratos vigentes. 

  Siguiendo con el desgobierno, como lo explicara en una reflexión anterior, el ejecutivo departamental cierra el año 2011 con un regalito a la ciudadanía del interior del departamento, aumentándole hasta en un 25% el valor del boleto rural, concediéndole a la empresa prestadora del servicio, la potestad de aumentar por su voluntad en hasta un 20% más, si circula por caminos en malas condiciones.  Es decir, que le carga a la población el costo de su incapacidad de hacer frente a la reparación de caminos rurales. 

  Ya que no podemos o no sabemos cómo mantener los caminos en buenas condiciones, paguen ustedes para que el ómnibus pueda llevarlos hasta sus destinos.

   Una verdadera aberración se mire por donde mire.

   Si usted que está leyendo estas líneas se pregunta qué hago yo al respecto como legislador departamental, le tengo que decir que muchas, muchísimas charlas con jerarcas; muchas, muchísimas notas; muchas, muchísimas alocuciones en la Junta Departamental; muchas, muchísimas intervenciones mediáticas hablando sobre el tema.  Pero por desgracia, este ejecutivo departamental sigue siendo sordo y continúa siendo omnipotente.

  Como siempre digo, le recomiendo ir tomando nota de todas estas cosas, para que cuando llegue el período electoral, cuando todas las soluciones paliativas lleguen abruptamente, recuerde usted las que está pasando hoy y que seguramente seguirá pasando luego de las elecciones en caso de confirmar con su voto a este equipo que hoy nos gobierna.

  Para finalizar, no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar a los vecinos de La Virgencita, por la actitud tomada.  Bueno sería que en varios barrios se adoptaran actitudes similares, sin violencia pero con planteos firmes, porque en definitiva, tarde o temprano deberá primar la razón.