martes, 12 de noviembre de 2019

DE INFIDELIDADES


Muy pocas han sido las veces que debí representar a la Junta Departamental en alguna actividad fuera del departamento.  Creo poder recordarlas una a una: 1) En el período 2005-2010 fue una sola, cuando junto a la Comisión Tránsito viajé a entrevistarme con el Director Nacional de Transportes por el tema del boleto estudiantil. 2) Ya en el período actual, representé a la bancada frenteamplista en un evento en Melo que sirvió para que merced a lo que informé de esa ocasión, la Junta decidiera no volver a participar del Corredor Bioceánico, que desde hacía años, costaba mucho dinero a las arcas riverenses para no aportarle absolutamente nada productivo. 3) Como coordinador de la bancada frenteamplista participé en reunión con el Director Nacional de Comercio a los efectos de conocer de inmejorable fuente, las intenciones para la instalación de una nueva zona franca para nuestro departamento. 3) En otra ocasión, una participación de quien escribe fue determinante para que esta Junta se bajara de otra instancia totalmente improductiva y al mismo tiempo onerosa: El Comité Deliberante de la Cuenca del Río Negro. 4) Participé junto a otros dos curules, de la conferencia en conmemoración de los diez años de la AGESIC (me arrepiento de haber concurrido, pues entiendo que no me aportó nada de interés para la institución que representé). 5) El pasado año, junto a la Comisión de Tránsito, concurrí a la ciudad de Atlántida al encuentro nacional de comisiones de tránsito de las juntas departamentales, de donde traje, junto con mis compañeros de comisión, abundante información.
No recuerdo otra instancia en la que hubiera representado a la Junta Departamental de Rivera.  Pero sí recuerdo que en todas y cada una de esas ocasiones, di estricto cumplimiento a lo que reza el Art. 82, literal K del órgano deliberativo, que establece la obligatoriedad de presentar informe de la actividad en la que se estuvo presente.
Entonces, no puedo menos que sorprenderme cuando sin justificativa alguna (al menos, no expresada en sala), alguien vota negativamente a la solicitud de autorización para que tres legisladores nos traslademos a la capital del país a evacuar dudas provenientes de temas que han cobrado estado público y que generan molestias a buena parte de la ciudadanía. 
En mi caso, tengo plena tranquilidad de que actúo con responsabilidad e informo adecuadamente a la institución y a mi partido político.  No todos pueden decir lo mismo.

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