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Señor Presidente y demás colegas ediles. No crean ustedes que para mí es agradable tener que reiterar, una vez más, algunas cosas que he venido diciendo a lo largo de estos casi dos años que integro esta casa. Me refiero a la lentitud y a la parsimonia con que son tratadas por el ejecutivo departamental, las cosas que provienen de esta casa y que eventualmente no hayan sido planteadas por ediles oficialistas. Es así como aún hoy, a casi un año y medio de hecha la propuesta por parte del colega Héctor Ney Silva, no se ha decidido aún, exhortar a las empresas que brindan servicio de delivery, a identificar de manera clara, los uniformes de los trabajadores y las cajas que transportan sus vehículos. Aún habiendo sido recogida la inquietud por la Unidad Departamental de Seguridad Vial y replanteada por ésta, meses después, desde la intendencia, por toda respuesta, hemos obtenido apenas silencio. De igual manera sucede con la obligatoriedad de la utilización del cinturón de seguridad y las luces cortas encendidas. Se nos decía que no se aplicaba lo rezado en la ley 18.191 porque atentaba contra las autonomías departamentales que en materia de tránsito, consagra la Constitución de la República. Pues bien, se salvó el escollo, integrando ese texto a la ordenanza departamental correspondiente, pero aún así seguimos haciendo caso omiso a la legalidad.
Más acá en el tiempo, recuerdo que en el mes de febrero recibimos en el seno de la Comisión de Tránsito y Transporte, la visita de los funcionarios Ariel Romero y Francisco Mendez. En la ocasión, les hicimos saber de la preocupación que embarga a los responsables de niños usuarios de las empresas de transporte escolar, por la no utilización de los cinturones de seguridad en esos vehículos. Se nos dijo por parte de los funcionarios, que se dispondría una estricta fiscalización a los efectos de verificar la correcta aplicación de la obligatoriedad. Pasamos la mitad del año y los niños, en la mayoría de los casos siguen siendo transportados sin cinturón de seguridad; y en algunos otros casos, en la parte trasera de las camionetas, en el espacio reservado a equipaje.
No desearía tener que ver una desgracia personal, para luego responsabilizar por la misma, a la ineficiencia y la complacencia de las autoridades para con las empresas en cuestión.
Sr. Presidente, pido a usted, disponga que este tramo de mi intervención, sea comunicado a la Dirección General de Tránsito y Transportes de la Intendencia Departamental de Rivera.
En otro orden de cosas, quisiera llamar la atención a las imágenes que se mostrarán a partir de ahora. En ellas se puede ver una especie de depósito de neumáticos, fuente más que propicia para la proliferación del aedes aegypty. Hace algunas semanas tuve la oportunidad de dialogar con el propietario de una empresa que en el 2010 le hizo una oferta a la intendencia, por la cual se comprometía a recoger todas las cubiertas en desuso generadas en nuestra ciudad, para luego molerlas y reciclarlas. Por tal concepto se le cobraría a la intendencia departamental, la cantidad de 110.000 $ mensuales y se le devolvería a su vez, la mitad de la molienda de neumáticos, para que la comuna hiciera con ello lo que deseara. La empresa se quedaría con el metal y el restante de la molienda. Finalmente eso no fue posible, pues las jerarquías municipales consideraron excesivo el valor cobrado. Con sorpresa, poco después de esa charla, pude escuchar al Director General de Salubridad Higiene y Medio Ambiente, manifestar que el convenio ofrecido era por apenas 600 cubiertas mensuales y por un valor de 300.000 pesos mensuales. Debo decir que tal extremo contradice radicalmente la versión del empresario, pero también el documento presentado ante la intendencia, del cual ahora poseo copia.
A raíz del fracaso de la negociación, la intendencia estuvo, no sé si aún está, invirtiendo cerca de 40.000 pesos mensuales para ENTERRAR los neumáticos en desuso en un cerro en la Minera San Gregorio, con los riesgos ambientales que ello conlleva. Pero al parecer, ya no sólo se estaría cometiendo este atentado, sino que el propio predio donde funciona el Concejo Municipal de Minas de Corrales, se está convirtiendo en depósito de estos materiales. Las imágenes que se muestran en pantalla, corresponden precisamente al edificio donde funciona la mal llamada Alcaldía. Cabe preguntar entonces, a quién cabe la responsabilidad de tener, no sé si por muchos o pocos días, esos neumáticos así como se ven en las imágenes: al descubierto; Si al propio Concejo Municipal, o a la Dirección General de Salubridad, Higiene y Medio Ambiente. Pero sea cual fuere la respuesta, pido que a ambos, se le derive mi inquietud, para que de forma inmediata se corrija lo actuado.
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