Cuando los vecinos de Santa Isabel comenzaban a acostumbrarse a un servicio de transporte digno de las necesidades de la ciudadanía, el Gobierno Departamental, decreta que no se continúe brindando el servicio, pues atenta contra los intereses de la línea Santa Teresa, que explota la empresa Consorcio Puerto Cruz.
Insólitamente, la Intendencia prioriza la protección de la empresa, ignorando una vez más el bienestar de los vecinos.
Protege de esta manera a la empresa que desde hace no menos de 10 años viene siendo denunciada por negligencia, arbitrariedades, violaciones a las normas que rigen en materia de transporte, etc.
Se reconoce que se debe brindar un servicio que una los barrios de Santa Isabel y Mandubí a través de la avenida General Seregni, pero al mismo tiempo se dice que no se desea superponer líneas. Para lograr ese objetivo, si es que realmente se lo desea, a mi entender hay dos posibilidades: O se envía un coche desde el centro que vaya por la vía férrea hasta Mandubí, o se traslada los pasajeros en helicóptero hasta allí. Estas absurdas hipótesis que cito, son más probables que una tercera, que sería la de hacer una nueva calle que fuera a Santa Isabel.
Se vaya por donde se vaya, habrá superposición de líneas de transporte, como en cualquier ciudad de las que conozcamos.
Aunque pensándolo bien, la explicación tal vez radique en que en otros lugares no haya gobiernos que protejan tan descaradamente la ineficiencia de amigos.
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